Hoy 22 de abril se conmemora el Día Internacional de la Madre Tierra; creadora y culpable de tanta belleza. Creadora y culpable de los amaneceres bonitos. De los paseos por la playa al atardecer. Del sol después de la lluvia. De las noches de julio al fresco. La Madre Tierra siempre nos da lo mejor, pero la mayoría de las veces no sabemos valorarlo.

Hoy brindamos por la Madre Tierra y lo hacemos disfrutando de una de sus mejores creaciones: el vino. Y lo hacemos con un HC Monastrell 2018: vestido de bonito color rojo picota, amplio y frutal en boca, con ligeros recuerdos a tostado y chocolate, destacando en nariz notas especiadas perfectamente ensambladas con la fruta. Además del HC Monastrell 2018, os dejamos una serie de recomendaciones de nuestros vinos para levantar esa copa y brindar por el Día Internacional de la Madre Tierra.

• Barahonda Organic Barrica 2019. Aterciopelado y amable, muestra una buena intensidad frutal y final limpio con notas de madera bien integrada, con una acidez que le imprime frescura. Limpio, intenso y sabroso.
• Barahonda Crianza 2018. Complejo y elegante en nariz, con aromas tostados. Fresco, con un final intenso, picante y equilibrado final.
• El Bicho Raro 2019. Jugoso e intenso en boca, muestra notas sutiles de crianza y especias sobre fondo de fruta roja, robusto pero amable. Con buen cuerpo, armonioso, complejo y único.
• Summum Organic 2019. Aromas intensos a frutas confitadas y suaves tostados, con un amplio cuerpo carnoso y estructurado. Con un fondo goloso y amable, envolvente y persistente.
• Lualma 2019. Lualma es el primer vino de la quinta generación de Barahonda. Un juego de tres: tres varietales, tres personalidades. En la Monastrell encontramos la fortaleza de Lucía, en la Tintorera la amabilidad de Alfredo y en la Syrah la dulzura de Martina. Estas tres variedades pasan 18 meses en barricas de roble francés; Monastrell en barricas de 500 litros y Syrah y Tintorera en barricas de 225 litros.